-Perdone
la tardanza, hoy me levante más tarde que de costumbre. ¿Puedo pasar? –Le digo
a mi profesor casi jadeando, el asiente y me hace un gesto para que tome mi
lugar.
Algo
que no puedo creer es que… estoy sentada junto a Jenna. Esa es la última cosa
que esperaba en esta “nueva vida”. Trato de calmarme y lo primero que hago es
buscar algo que me diga porque estoy sentada junto a ella, a menos que nos
hayan obligado, al pensar eso me calmo un poco.
Durante
la clase trato de escuchar cada cosa que dice el profesor, pero Jenna se me
queda viendo constantemente y me pone los pelos de punta. Estoy decidida a
decirle cual es el problema una vez que salgamos del aula, para después dirigirme
con mis amigos Abi y Roy, para poder saludarlos ya que llegue tarde. Al sonar
la campana recojo mis cosas y Jenna sigue observándome. Respiro hondo y
pronuncio las siguientes palabras:
-Oye,
¿en serio cuál es tu problema? Haz estado viéndome toda la santa clase. Apenas
y pude concentrarme en lo que estaba diciendo el profesor. –Le digo seriamente
aunque me estaba muriendo por dentro.
-¿Estás
bien amiga? –Me mira curiosa.
<<¡¿Amiga?!>>
Algo malo está pasando aquí, tengo que descubrir que es en cuanto antes. Ok, si
Jenna es mi “amiga”, ¿Qué les habrá pasado a Roy y Abi? Salgo corriendo del
salón para buscarlos, se cual es su horario y donde están ubicados sus
casilleros así que espero encontrarlos ahí. Afortunadamente están ahí
platicando, siento algo de alivio por saber que no ha cambiado en nada. Me
acerco lentamente hacia ellos, pero al verme me miran de una manera la cual no
estoy acostumbrada a que me vean, me están viendo con cierto desprecio y
curiosidad. Siento un golpe en el pecho, como si sus miradas me estuviera
afectando, ese dolor hace que me detenga, pero no expreso nada, sigo viéndolos
y ellos a mí. Sigo pensando que hare ahora que tengo su atención pero ellos no
me reconocen, parece ser que ellos no me reconocen como su amiga. Continuo
caminando, tratando de evitar sus miradas despreciables hacia a mí.
-Hola
chicos, perdón por no saludarlos en la mañana, llegue algo tarde. –Digo apenada
por lo sucedido.
-¿Saludarnos?
¿Desde cuando te disculpas por no habernos saludado? –Me dice Abi confundida.
-¿Es esta algún tipo de broma que planeaste con Jennifer? Porque no me hace
ninguna gracia, está bien que no nos hagan caso pero, ¿una broma?
-Esta
no es una broma, en serio, créanme. Pero, ¿cómo que no les hagamos caso? Si
ustedes son mis mejores amigos. –Les digo con un nudo en la garganta que trato
de ocultar, ya que están a punto de salir lágrimas de mis ojos.
-Oye
en serio, esta broma ya ha ido demasiado lejos, porque no mejor te vas y nos
evitas un gran malentendido. –Responde Roy algo irritado. –Ya que según yo,
nosotros no somos tus mejores amigos, podría decir que somos tus mejores víctimas
de esta broma.
Es
inútil, empiezo a llorar, no puedo creer que aquí no pueda contar con mis
mejores amigos, y me pregunto a quien se refieren con Jennifer, yo no soy amiga
de una tal Jennifer. Tampoco puedo creer que al llegar aquí, me he convertido
en una gran llorona, no paro de llorar, en mi casa, con Zache, incluso aquí con
mis mejores amigos. Ellos al verme llorar no saben qué hacer, no saben si es parte
de la broma o empezar a consolarme, así que opto por la primera opción de que
no harán nada puesto a que creen que es parte de la broma. Siento que todo el
mundo desaparece, o que todos guardan silencio para escucharme llorar, y vuelvo
a escuchar esa risa tan familiar, burlándose de mí, burlándose de mi vida
actual. Esa risa hace que me tire al suelo, rendida, destrozada, vencida.
Pero
me propuse una cosa en este nuevo mundo, esta sería la última vez que lloro.
Por:
Mariana Badillo ^^
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