Enclavado al sur de la Ciudad de México con el ambiente más agradable en la ciudad se encuentra Coyoacán, hoy considerado un barrio, antes un pueblo. Su lugar central de diversión, historia y cultura se ubica en los jardines Hidalgo y Centenario, frente al atrio de la iglesia de San Juan Bautista donde se desarrolla la vida social de los coyoacanenses y visitantes.
Por sus calles tranquilas y con señoriales mansiones es posible adentrarse en este mundo de hermosas plazas, galerías de arte, restaurantes y vida bohemia enriquecida por cafés, bares, restaurantes, librerías y las vistosas fiestas populares que culminan durante la tumultuosa ceremonia del “grito” el 15 y 16 de septiembre.
Su privilegiada situación le permitió convertirse en un centro prehispánico a orillas del antiguo lago, sede de los poderes durante la reconstrucción de Tenochtitlán y asiento de magníficas casas en torno a una fundación franciscana del siglo XVI (iglesia de San Juan Bautista).
Coyohuacan, fue fundada por los toltecas entre los siglos X y XII DC. También fue capital de la Nueva España cuando Hernán Cortes se estableció después de la destrucción de Tenochtitlán y donde se dio tormento a Cuauhtémoc, último emperador azteca. Cuando Hernán Cortés ya se había apoderado de la Ciudad de México ingreso a Coyoacán y lo encontró abandonado; permaneció allí dos días y ordeno la evacuación incendiando el pueblo. Mas tarde seleccionó a Coyoacán como campamento de una de sus divisiones. Se estableció aquí el primer ayuntamiento de la ciudad Capital mientras se reconstruía la Ciudad de México después de la conquista. En este lugar el capitán Hernán Cortés recompensó a sus subalternos con el botín obtenido en Tenochtitlán.
Cortés permaneció por un período de dos años manteniendo aquí su capitanía. Tiempo después se trasladó a Ciudad México, sin embargo fue en Coyoacán donde se construyeron las primeras edificaciones de la era colonial, como el Palacio Municipal que fue el palacio de Cortés que hoy es la cede de las oficinas de la Delegación Coyoacán.
Coyoacán es una invitación permanente al deleite de la vista para cualquier visitante que se anime a recorrer sus calles empedradas cargadas de historia y cultura, la armonía del paisaje y sus casonas de varios colores alegres, la convivencia armónica y bohemia en lo bares y restaurantes, y la fiesta popular de fin de semana son una invitación irresistible para visitar este lugar al sur de la Ciudad de México.
No puedes ser un buen chilango sin conocer Coyoacán; un café, una cerveza, unas tostadas del mercado, etc. etc.
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