La tarea es importante por razones que son obvias y no tan obvias. Por desgracia, la mayoría de la gente –maestros y padres– no ven más allá de lo obvio.
El objetivo obvio, inmediato, de asignarle tarea a un niño es proporcionarle la oportunidad de practicar y reforzar sus habilidades académicas. Al dedicarle el tiempo adecuado a la tarea, el niño tiene una mejor oportunidad de sacar buenas calificaciones. ¿Verdad? ¡Claro!
Sin embargo, la tarea es importante por otras razones. Puede y debe ser una experiencia que forma un carácter, una piedra que se pisa hacia la liberación. Si los papás y maestros, que aprecian sus “valores escondidos”, la manejan adecuadamente, la tarea puede ayudar a un niño a proveerse de ciertas habilidades emocionales y de comportamiento muy esenciales, mismas que con el tiempo él necesitará para superar con éxito las tan frecuentes complejas demandas de la vida adulta. Estas habilidades incluyen responsabilidad, autonomía, perseverancia, administración del tiempo, iniciativa, confianza propia e ingenio
Veamos con detalle cada uno de estos siete atributos. “los siete valores escondidos de la tarea”, empezando por...
Responsabilidad: Es la capacidad de asumir “propiedad” de aquello que por derecho nos pertenece, para responder a las obligaciones. (No para que dudemos en recoger la bola cuando caiga en nuestra cancha). La tarea es una responsabilidad que por derecho le pertenece al niño, no a los padres.
Cuando éstos se involucran mucho, inician el proceso hacia el problema. Las lecciones se hacen, pero la verdadera lección no se aprende.
Autonomía: Gobernarse a sí mismo, es pararse sobre los propios pies. La tarea es la primera ocasión en que alguien, que es un padre, le asigna deberes al niño. En este sentido, la tarea irrumpe en un nuevo terreno. Ahora el niño es responsable fuera del círculo familiar. La forma en que se maneje esta oportunidad de aumentará u obstruirá la independencia gradual del niño.
Administración del tiempo: Es la capacidad de organizar el tiempo en una manera eficaz, productiva, para terminar los deberes a tiempo sin descuidar la calidad. A este respecto, la mayoría de los padres les dicen a los niños cuándo empiecen la tarea, más no cuándo deben terminarla. Esto establece el escenario para un maratón de tarea nocturno. El niño, en lugar de aprender a manejar el tiempo, aprende a desperdiciarlo.
Ingenio: Es la capacidad de encontrar, inventar o adaptar medios creativos para resolver problemas.
Esta es la clave, la parte medular del ser humano, ¿no es cierto? La tarea (aunque no es el único camino) proporciona la forma y el niño la esencia. Esto es, suponiendo que todo mundo vio las calificaciones.
¿Y qué se le puede agregar a esos “siete valores escondidos” ¡Pues la autoestima, por supuesto! Por lo tanto, la tarea ofrece al niño la oportunidad de desarrollar un valor propio positivo, el octavo, y más importante, “el valor escondido” de la tarea.
La forma en que la familia resuelva, maneje, y controle el tema de la tarea, establecerá ciertos antecedentes que tendrán un gran impacto en cuanto a la respuesta del niño a futuros retos, en la respuesta de los padres a futuros problemas, y, ante todo, en la manera como el niño desarrolle las habilidades que necesitará para conformar y disfrutar de una edad adulta exitosa.
Así que, por el bien
de los niños
¡hagamos
la tarea
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