-¿Escuchaste eso? –Dice Zache y se aparte de mi.
–Voy a ver que es, quédate aquí. –Camina hacia la puerta.
Yo lo desobedezco y voy detrás de el, no se que
cosa tan ofensiva pueda salir de un ruido que ni siquiera yo escuche. Zache sale
de la casa y me quedo viendo por la ventana, como se acerca a una persona
vagamente familiar, después de un rato se abrazan como si fueran amigos de toda
la vida, después del abrazo Zache lo invita a pasar.
El chico que estaba afuera entra detrás de mi
hermano, al parecer a ese chico no le gusta mucho ser visto, tiene puesta una
gorra y una sudadera de color gris, unos jeans que combinan y unos Converse
algo desgastados de color negro.
El entra con la cabeza agachada, como si
estuviera avergonzado de algo. Mi hermano le ofrece algo de tomar, el chico lo
piensa un poco y le pide una bebida en especial, en ese instante sale mi
hermano de la sala para dirigirse a la cocina.
En el instante que me mira me quedo con la boca
abierta, veo esos ojos color miel que es casi imposible no recordarlos, dirigiéndome
una mirada bastante directa, como si quisiera ver a través de mi.
-¿Klaus? –Lo digo casi en susurro sin apartar la
mirada de el, mientras el me sonríe como lo ha hecho antes, una sonrisa calida
y amable. En el momento que pronuncio su nombre lo recuerdo, ese chico ya lo conocía
antes, no me equivocaba, y si, afortunadamente es un viejo amigo. Al parecer de
pequeños pasábamos el rato jugando. Parece extraño porque desde pequeño también
usaba una gorra igualita a la que tiene ahora. No ha caminado nada.
-Así que me recuerdas… -Camina hacia mi sin
apartar la mirada, me pongo nerviosa por su proximidad a cada paso que da. –Ha
pasado algo de tiempo desde la ultima vez que nos vimos, ¿Cómo te va? –Aparto
la mirada algo avergonzada, ya que ha pasado mucho tiempo.
-Pues… no sabría que decirte, han sido algo…
complicados estos años, pero he sobrevivido. –Sonrío por un instante pero los
recuerdos de los años pasados me invaden y me hacen sentir triste.
-Mmmm… bueno ya no te preocupes, porque he
vuelto y de seguro lo pasaras mejor. Estoy aquí para responder a todas las preguntas
que hayas tenido en este poco tiempo que has estado presente. –Sus palabras
tienen un significado oculto que solo yo puedo entender. Al parecer el sabe que
no pertenezco aquí y que sabe cosas que yo no. –Axial que, ¿qué quisieras
preguntarme? –Se sienta en el sillón y le da una palmadita al espacio junto a
el invitándome a sentarme.
Al principio no se que preguntarle, tal vez un
<<¿Por qué estoy aquí?>>, <<¿Por qué lo único que recuerdo
son cosas tristes?>> o tal vez debo empezar <<¿Por qué no me siento
yo?>>. Finalmente lo pienso bien y hago mi pregunta:
-¿Qué tanto sabes de lo que está pasando
actualmente? –Pregunto algo dudosa, pensando si estuvo bien preguntar eso.
Klaus se queda callado, tanto tiempo que no se
si vaya a responder a mi pregunta, hasta que por fin habla.
-Puedo decirte todas las cosas que se, pero te
diré lo que necesitas saber para seguir adelante. –Se acomoda un poco en el
sillón y continua. –Liuva, se que llegaste aquí por una pesadilla, pero esa
pesadilla fue mas bien como un portal, un portal que te trajo de vuelta a la
realidad, ya que haz pasado casi 12 años viviendo un “sueño” por así decirlo.
Cuando tu madre se fue de casa, Zache descubrió que… podía hacerte feliz por un
tiempo limitado, pero que haría cualquier cosa para que no vivieras la realidad
que ahora estas viviendo, o por lo menos hacerla un poco menos dolorosa. –Se
detiene un tiempo como si esperara que le preguntara algo, pero como no lo hago
el continua. –Tu hermano y yo quedamos en hacerlo. Lo logramos, pero como dije
anteriormente por un tiempo limitado. Logramos que en esta realidad estuvieras
como “dormida” por un tiempo, para que soñaras una vida mejor creada por tu
hermano y yo.
-Mientes…
Por: Mariana Badillo ^^
No hay comentarios:
Publicar un comentario