miércoles, 1 de febrero de 2012

Razón 6 para admirar Nuestro País- Maravillas Naturales.


En México deberíamos estar orgullosos de nuestras maravillas naturales. Porque si de algo podemos presumir, es que México tiene una excelente riqueza natural. México posee muchas Maravillas Naturales, que algunos mexicanos han tratado de cuidarla y evitar que se destruya. Además estas maravillas naturales atraen a turistas de varios países.


Algunas de las Maravillas Naturales de México son:

· Cañón del Sumidero- Chiapas
· Peña de Bernal- Querétaro
· Cuatro Cienegas- Coahuila
· Biosfera El Cielo- Tamaulipas
· Prismas Basálticos- Pachuca
· Cenotes de Yucatán- Yucatán
· Xel-Ha – Quintana Roo
· Sótano de Golondrinas- San Luis Potosí
· Selva Lacandona- Chiapas
· Paisaje Agavero- Jalisco
· Arrecife (arrecifal) Veracruzano- Veracruz
· Cerro de la Silla- Nuevo León
· Santuario de la Mariposa Monarca- Michoacán
· Barrancas de Cobre- Chihuahua
· Grutas Totolango- Hidalgo
· Pantanos de Centla- Tabasco


La ubicación de nuestro país, su complicado relieve, sus climas y su historia evolutiva han resultado en la gran riqueza de ambientes, de fauna y flora que nos colocan entre los primeros cinco lugares en el mundo. Esta gran diversidad natural nos ha ofrecido y ofrece muchas oportunidades de desarrollo y a su vez nos confiere una gran res Si de algo podemos estar seguros todos los mexicanos es la gran riqueza natural que tenemos en nuestro territorio nacional, yo espero poder algún día conocer gran parte de sus 37 reservas de la biosfera, 17 santuarios naturales, 4 monumentos naturales y 29 áreas de protección de flora y fauna.

La naturaleza es el sustento material y espiritual de los seres humanos. Aún las complejas sociedades industriales, con sus artefactos, aparatos y máquinas, no sobreviven sin los suministros y servicios que ofrece la naturaleza: alimentos, agua, materias primas, aire limpio, paisajes silvestres, temperaturas reguladas, medicinas y genes. Los seres humanos también requieren del mundo natural como recurso de inspiración, reflexión y encuentro con los orígenes profundos de la vida, del planeta y del cosmos.


Actualmente existe un fuerte debate en el mundo del conservacionismo acerca de si las áreas naturales y la biodiversidad del planeta deben preservarse como estancos aislados, a manera de un zoológico o museo, o si lo que debe procurarse es un manejo adecuado de toda la naturaleza, lo cual incluye por supuesto áreas excluidas de la acción humana. La diferencia es sustantiva, porque la primera propuesta se concentra solamente en lo que queda dentro de las zonas declaradas como reservas naturales, mientras que la segunda se empeña en alcanzar un cierto equilibrio entre los procesos naturales y los sociales.

Como muchos otros estudiosos, nosotros pensamos que la naturaleza intocada, prístina y alejada de lo humano es una naturaleza muerta. Lo mismo puede decirse de la naturaleza domeñada, explotada, constreñida y simplificada bajo la racionalidad del mundo industrial. Sólo una naturaleza conocida y reconocida en permanente interacción con las culturas humanas, es decir una naturaleza humanizada, es una naturaleza viva.

La contraparte no es menos cierta: sólo una humanidad que reconoce en la naturaleza su razón de ser, su fuente material y espiritual, es capaz de naturalizarse. Sólo cuando se reconoce, interpreta y utiliza a la naturaleza de manera correcta, los seres humanos y, más precisamente las sociedades humanas, logran vivir y sobrevivir.


 

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