La nota pasaba de mano en mano entre todos nosotros, y al llegar a manos de Hans, nuestro compañero de Bulgaria, se develó un secreto que no nos favorecía en nada.
-¿Caballos del oeste?... Oh no, esto está muy mal..- dijo Hans, casi pálido y a punto de desmallar se
-Hans, ¿sabes algo de éstas personas?- le pregunté un poco atemorizado.
-Me temo que si, mi madre me habló de ellos. De hecho fue por eso que mi familia emigró a México.-
-¡Nadie entiende lo que dices Hans! ¡Habla claro y porque huyó tu familia!- mencionó Clairre, de ascendencia francesa.
-Estamos enfrentándonos a la mafia más peligrosa de Bulgaria, y quizás de Europa, sólo qué no es muy conocida.- lamentó Hans.-Estamos en grave peligro.
-¡Esperen!- dijo Mario Borgolli- ¿alguien notó que esa camioneta lleva estacionada ahí todo el rato, y que hay gente metida en ella?
Y todos cometimos el grave error de voltear, porque en ese momento, los hombres se bajaron de aquella camioneta blindada, dirijiéndose hacia nosotros. Los hombres llegaron dónde nosotros estábamos.
-Muévanse y están muertos- exclamó el tipo apuntándonos con una pistola.
Nadie se atrevió a moverse, y en ese momento, como por arte de magia, salieron de muchos rincones grupos de gente y varias camionetas. Nos obligaron a subir y ni siquiera había asientos en aquellas camionetas: éramos como mercancia transportada al mercado negro.
.MAVB
No hay comentarios:
Publicar un comentario