miércoles, 22 de junio de 2011

Rock, una revolución tranquila


El rock rompió barreras musicales, influyó en diversos movimientos sociales; uno de ellos pasaría en la cuna de la francofonía del nuevo mundo: El Quebec. Desde mediados del sigo XVIII, cuando el territorio que alguna vez fuera llamado Nueva Francia fue invadido y conquistado por el imperio inglés. La población de habla francesa no sólo fue abandonada por su rey absolutista, sino que fue presa de persecuciones y discriminación por parte de la población anglófona; situación que persiste, con diferentes circunstancias en el Canadá actual.

Por tales motivos la nación de la hoja de maple parece albergar grosso modo dos pueblos con identidades diferentes: los canadienses y los quebequenses sin embargo no siempre fue así. En los años 60 se suscitó una revolución en toda la provincia de Quebec –antes llamada francocanadiense- que se vio ampliamente influida por la música, primordialmente el rock, la revolución tranquila.

Uno de sus principales compositores, desde finales de los años 50 fue Felix Leclerc quien combinaba el rock con la música tradicional de las tabernas de Montreal. Gran parte de sus letras denotaban los maltratos y discriminación de los que era víctima el pueblo francófono; así pues, proclamaba el cantautor quebequense una igualdad entre hombres, sin importar la lengua pues “el ser humano es mi raza”.

Contemporáneos a Leclerc, Gilles Vigneault y Robert Charlebois también cantaban la igualdad pero fueron, muchas veces, mal entendidos como separatistas caprichosos y compositores sin sentido; o bien, mal interpretados por los discursos de tintes políticos de la época.

“La gente de mi país
es gente que habla
hablan para escucharse
hablan para expresarse
hace falta escucharlos”

Son los versos que canta Vigneault para ilustrar como los habitantes de habla francesa se expresan sin ser escuchados y algunas veces son ignorados por su lengua. Michel Rivard es otro de los expositores – de los últimos de los años 60- que adjudica al francés no sólo la propiedad de comunicación, sino la de ser un emblema de identidad.

“Es la lengua de mi corazón
y el corazón de mi vida.”

Estos han sido algunos de los cantautores quebequenses que marcaron a una generación, a una minoría de tres millones en un país de a penas una docena, que a través del rock definían y pregonaban una identidad.

Actualmente agrupaciones y artistas como Les cowboys fringants, Mes aïeux, Malajube, Karkwa, Ex machina y Daniel Bélanger se han apropiado del rock y usan el francés para definir un género musical, de auge mundial, como expresión propia de su pueblo.
Prof. Ulises Juárez

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