martes, 7 de junio de 2011

Alrededor del Mundo - Irlanda

Los irlandeses son conocidos por ser personas fáciles de tratar y amantes de las fiestas. Los extranjeros son tratados como amigos en los pubs y restaurantes. El sentido del humor es un don de su población y suelen bromear sobre cualquier cosa. Las conversaciones pueden durar horas. No te sorprendas si caminando por las calles seas saludado con un “¿Cómo estás?”. Las respuestas no tienen que ser complejas.

A pesar de ser muy sociables, es mejor evitar ciertas conversaciones y comentarios. Por ejemplo, no es buena idea hablar de las diferencias políticas y religiosas de Irlanda del Norte. La mayoría le rehúye al tema. Además, asumir que Irlanda es parte del Reino Unido es un error común y es tomado como ofensa.


Los festivales nacionales más famosos son el de San Patricio y el de Halloween. En el primero las congregaciones públicas en las ciudades pueden llegar a cientos de miles. El verde es el color común dado que representa la cultura y tierra irlandesa. Los tréboles son usados por las enseñanzas de la Santísima Trinidad de San Patricio. Debido a la herencia celta, el Halloween (fiesta de año nuevo celta) es celebrado como una forma de recordar sus orígenes. La fiesta dura por tres días y también congrega a mucha gente.

La comida es un asunto importante en Irlanda ya que es visto como una manera de juntar a la gente. La cena es la principal comida del día y se come en la tarde. Es parte de su tradición introducir monedas —limpias, por supuesto— en los purés como el “colcannon”. Se suele dar el 10% de la cuenta en propinas si el servicio es bueno. Últimamente es común que se cargue a la cuenta.

Muchos de los viajes a Irlanda son realizados por estudiantes del idioma inglés, quienes usualmente incluyen algunos destinos de este bello territorio en su itinerario turístico. Los turistas que han visitado Londres con antelación, podrán encontrar algunas tradiciones y costumbres análogas, como la acentuada afición a la cerveza negra, la cual tiene un rol protagónico en todo festejo casual.


Si bien, a priori una persona típica irlandesa puede no derrochar generosidad y simpatía, los turistas se encontrarán con personas muy firmes a sus principios, en quienes podrán confiar. Descendientes del pueblo celta, abundan los hombres pelirrojos y de aspecto robusto. Los ancianos aún tienen la costumbre de relatar historias cuya tradición se remonta a los tiempos medievales. La mayoría de los habitantes vive en las ciudades y hablan inglés.

Salir de compras es una idea brillante para quienes deseen conservar un recuerdo del país donde “siempre llueve”. Merece especial atención el jersey de Aran y los originales colgantes confeccionados a base de turba.

La lana, el cobre y la ropa de caballero son las adquisiciones más llamativas que tientan a casi todos los turistas, al igual que los suntuosos chales, los tejidos de lana y las gorras. Las mejores tiendas se encuentran en Dublín, especialmente en los grandes almacenes de la capital: Brow Thomas y Switzer.

¿Qué tal?

1 comentario:

  1. pero lo que quisiera saber es cómo la cultura irlandesa influye o ha influido al rededor del mundo

    ResponderEliminar